Carta a mis demonios
- Bibiana Monje
- 5 sept 2020
- 1 Min. de lectura

Miren, cuando uno se atreve a ir más allá
(de la forma que sea)
lo primero que aparece en el camino es una ligera recompensa,
como una especie de aire fresco,
una fuerza interna,
alentadora... y fugaz.
Sin embargo,
casi inmediatamente
empiezan a llenarse tus trincheras de amenazas,
de resistencias y miedos inconscientes
metaforizadas en personas, acontecimientos o circunstancias
que harán que tus cimientos se tambaleen de tal forma
que tengas que volver a elegir.
Digamos que se trata de una especie de 'prueba de FE',
una reafirmación del paso que diste y que tanto te tomó dar.
Este estado fantasmagórico,
en la gran mayoría de los casos,
hace que la persona de marcha atrás,
'se achique',
se deje llevar por sus debilidades
y vuelva nuevamente a su zona de confort.
Pues bien,
esta carta va dedicada a todos mis DEMONIOS:
“Os van a dar bien por el culo,
porque en mi caso
ya no hay marcha atrás.”
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